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Sus ojos oscuros de mirada dulce, su cara limpia y bronceada de aquella mañana soleada cuando estuvo practicando golf,Lorena Ochoa expresa seguridad en sí misma y empieza a platicar cómo es que desde niña, ya ha caminado mucho campo. 

Al leer la extensa lista de sus grandes logros no es fácil creer que Lorena tenga apenas 14 años de edad, y haya ganado cuatro veces consecutivas el Campeonato Juvenil de Golf Internacional, y dos ces la Copa Mundial de Golf Junior… en suma, la mejor jugadora que haya tenido este país.

“No queremos permanecer como ranas en una charca. Estamos alentando una federación mundial. Ésta solamente vendrá a través de la no-violencia. El desarme es posible sólo si ustedes utilizan la incomparable arma de la no-violencia.”

Esta jovencita ha adquirido la madurez suficiente para planear estrategias en lo que más le gusta: “para un campeonato, son primordiales dos cosas: la absoluta concentración y estar segura de sí misma, hay que estar consciente y preparada mentalmente para hacer lo mejor en el juego”.

Alisando su cabello negro hacia atrás, Lorena cuenta que en 1994, vivió una experiencia muy fuerte, pero aprendió mucho de ella: “Perdí en el Campeonato Nacional y me dolió decepcionarme de mí misma y a los demás, pues generalmente entreno tres meses y quedé en octavo lugar”. Sin embargo, dice que con el paso del tiempo esa experiencia la ha hecho centrarse un poco más y quizá madurar, ya que siente una gran responsabilidad. 

Para Lorena, entregarse en cuerpo y alma al deporte ha implicado algunos sacrificios de otros gustos que tiene. Pero, no por eso deja de considerarse afortunada. “En el campo de golf encuentro mucha paz, pues me acompaña mi papá y mis amigos”.

Dentro de las diversas actividades que Lorena realiza, considera que en su infancia y ahora en su adolescencia ha vivido feliz, aunque sí reconoce que su rutina diaria es difícil. Suele levantarse a las seis de la mañana para irse a la escuela, termina sus clases a las dos de la tarde; come en su casa y, todo los días, practica en el campo de golf de tres a siete de la tarde.