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Adopta estas actitudes para que alcances el equilibrio y tengas un mejor desempeño en todas las áreas
de tu vida.
Todos quieren la felicidad, pero pocas personas la alcanzan. Eso pasa tal vez porque aproximadamente el
50% de tu “nivel de felicidad” está determinado por características de personalidad que son hereditarias.
En resumen, la mitad de lo feliz que puedes sentirte está fuera de tu control. Pero eso también significa
que el otro 50% depende de ti: relaciones, salud, carrera, entre otros. Así que comparto contigo algunas
opciones para lograr un balance:

 

  1. Haz buenos amigos. Es fácil enfocarse en tener una buena relación profesional con socios, clientes,
    empleados o conexiones, ya que al final eso te sirve para tu negocio. Pero hay una ganancia mucho
    mayor cuando es una amistad real. Aumentar tu número de amigos se relaciona con el bienestar.
  2. Expresa tu agradecimiento. De acuerdo con un estudio, las parejas que expresan gratitud tienen
    una mejor conexión entre ellas, tanto por el agradecimiento como por la persona que lo recibe. Lo mismo
    es verdad en el trabajo. Dile a un compañero que hizo un buen trabajo y ambos se sentirán muy bien.
  3. Persigue tus metas. Las metas que no persigues no son metas, sino sueños y éstos sólo te hacen
    feliz cuando duermes. De acuerdo con David Niven, autor de “100 secretos sencillos de la mejor mitad de
    tu vida”, la gente que identifica la meta que persigue está 19 por ciento más satisfecha con su vida y es
    26 por ciento más positiva.
  4. Da algo de regreso. Dar algo puede ser más beneficioso para el que da que para el recibe. Todos
    sabemos que siempre se siente muy bien ayudar a alguien que lo necesita, nos recuerda lo afortunados
    que somos y es un buen recordatorio de lo agradecidos que debemos estar. Además, recibir es algo que
    no puedes controlar. Si necesitas ayuda, o quieres ayudar, no puedes hacer que otros lo hagan. Pero
    siempre puedes controlar cuando tú apoyas a otras personas.