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La comunicación en la pareja determina, no solo la calidad de la relación, sino que, también,una parte importante en nuestra calidad de vida.

“Recuerde que no basta con decir una cosa correcta en el lugar correcto, es mejor todavía pensar en no decir algo incorrecto en un momento tentador.” Benjamín Franklin. (Político, científico e inventor estadounidense).

 


Bases de una buena comunicación.

Comunicarnos significa intercambiar mensajes con otra persona o personas, con la intención de conectarnos con ellas y compartir (dar y/o recibir) alguna idea, valor, emoción, meta, etc. Para ello, es indispensable que esas otras personas escuchen nuestro mensaje.

Si nosotros hablamos, pero nadie escucha, no podemos hablar realmente de comunicación, en el sentido que se le da a ésta. Podríamos suponer, que lo antes mencionado es algo que constantemente se da en la relación de pareja, pero no es así.

La mayoría de los problemas de pareja surgen por una mala comunicación o por la falta de ésta. O no se escuchan realmente uno al otro o se dejan de hablar adecuadamente, es decir, se atacan, insultan, humillan, gritan, etc. También puede suceder que eviten la comunicación como una manera de castigar al otro, ignorándolo.

Cuando iniciamos una relación de pareja, uno de nuestros principales objetivos, sobre todo en un principio, es compartir nuestros aspectos más íntimos y así, establecer un fuerte lazo de unión. Sin embargo, con frecuencia, desde los primeros momentos tendemos a cometer tres errores importantes:

    1. No nos conocemos, porque una gran parte de nuestra vida hemos actuado y pensado como la sociedad espera de nosotros, por lo que no sabemos que necesitamos y queremos de nuestra pareja y cómo pedirlo de manera adecuada.
  1. No vemos a nuestra pareja como realmente es, ya que la vemos a través de: El enamoramiento, de la imagen que nos quiere transmitir, y de lo que proyectamos (ponemos en ella, aquella parte que es de nosotros, pero que desconocemos) y
  2. Creemos que si la otra persona nos quiere, tiene que saber lo que queremos y necesitamos, para dárnoslo, sin que tengamos que pedirlo.

En los últimos dos aspectos, estamos hablando de conocer a la otra persona y permitirle que nos conozca.
No podemos establecer una buena relación si la basamos en nuestra capacidad de adivinar lo que la otra persona quiere, siente y piensa o si queremos que ella actúe de esta manera.
Por lo tanto, tan importante como preguntar, es expresar nuestros pensamientos y sobre todo, nuestros sentimientos.

Recuerda que es a través de la comunicación como conocemos a nuestra pareja, su vida, deseos, valores, inquietudes, etc. y permitimos que ella nos conozca, por lo que puede ser, también, una de las mejores herramientas para resolver muchos de nuestros problemas.

Una buena comunicación, fortalece una relación de pareja y cuando esto se da, la comunicación mejora, estableciéndose un círculo virtuoso que mejora la calidad de nuestra vida.
Para todo esto es necesario aprender a establecer un diálogo respetuoso y fluido y que vaya acompañado de una comunicación corporal congruente.

Necesitamos mantener viva nuestra comunicación, es decir, conversar todos los días, hablando sobre lo que nos interesa o lo que le interesa a nuestra pareja, animándola a que ella haga lo mismo, a pesar del cansancio y de los problemas de la vida diaria.

Para que una comunicación sea agradable, no es necesario buscar temas de gran importancia o grandes problemas, con compartir el día a día de manera adecuada, puede ser suficiente.

Es necesario entender, que cuando nosotros expresamos algo, verbal o corporalmente, la persona que recibe el mensaje va a tener una reacción o respuesta y ésta puede no ser la que esperábamos.
Esto se debe a las experiencias pasadas, valores y creencias personales, que pueden estar afectándole. Por lo tanto, es necesario hablar con claridad y preguntar todo lo que no nos quede claro.

Si tenemos un problema o deseamos quejarnos por algún motivo, es importante hacerlo, pero sin atacar al otro, utilizando el lenguaje “Yo” y evitando que la mayor parte de nuestra comunicación sean sólo quejas y lamentos.
Cuando éstos son parte constante en la comunicación de pareja, la persona que recibe las quejas tiende a evitar a su pareja, deja de escucharla o acaban discutiendo y atacándose mutuamente.

Una de las principales reglas y quizás la más importante debería de ser la de mantener siempre el respeto, tanto en relación a nuestra pareja como en cuanto a nosotros mismos.
Nunca vamos a poder mantener una buena comunicación y, sobre todo, una buena relación de pareja, si la primera está basada en insultos, humillaciones, deseos de lastimar al otro, etc.

Si estamos enojados, debemos aprender a controlar nuestro enojo y a expresarlo de manera adecuada. Recuerda que el respeto, la paciencia, empatía y tolerancia, son la base de una buena comunicación.

Existen diferentes maneras de discutir o expresar una molestia, pero enfocarse sólo en lo negativo o atacar a nuestra pareja, definitivamente no es la adecuada.
Además, para enriquecer nuestra relación siempre es importante comunicar lo positivo, sin ningún otro motivo que simplemente para reconocérselo a la otra persona.

Con frecuencia, los problemas surgen porque no sabemos escuchar y con esto no me refiero a simplemente oír.
Escuchar significa poner atención, mostrar nuestro interés, ver qué es lo que la otra persona está sintiendo y preguntarle cuando tenemos una duda o deseamos que hable más ampliamente sobre algún aspecto.

Platicar y compartir no significa que tienes hacer tuyos los valores y creencias de tu pareja, simplemente quiere decir escuchar con empatía y aceptarlos como suyos.

Uno de los problemas en la comunicación en la relación de pareja es que, por temor a iniciar un conflicto, nos quedemos callados con nuestra molestia, permitiendo que ésta vaya creciendo cada vez más, hasta que explotemos y la expresemos de una manera inadecuada y destructiva.


 

¿Qué puedes hacer?

No permitas que el cansancio y sobre todo la rutina te impidan mantener la intimidad con tu pareja, en donde puedan hablar de ustedes mismos. Esto fortalece el amor.

Si tu pareja no te da aquello que necesitas o esperas, no te enojes, díselo y ayúdale a que te conozca y te entienda.

Cuando discutas con tu pareja, mantén la calma y no te enfoques únicamente en defender tu punto de vista. Escucha con empatía lo que ella quiere decirte y trata de entender, no sólo lo que te dice, sino también lo que siente. Sin embargo, no adivines, corrobóralo con ella.

Recuerda que no siempre tienes la razón y que reconocer que estás equivocado no sólo es muestra de flexibilidad e inteligencia, sino de capacidad para mantener mejores relaciones. Sin embargo, no le des la razón a tu pareja simplemente por evitar un conflicto. Cuando lo hagas, debes de estar convencido.

Cuando tengan un problema, nunca, nunca se dejen de hablar, ya que en un principio puede ser una forma de “castigar” a tu pareja, pero después se vuelve una costumbre que sólo crea una gran distancia entre ustedes.

Cuando tu pareja te diga algo que no te guste, piensa en lo te está diciendo, antes de enojarte. Es posible que tenga razón o que haga ese comentario, no para atacarte, sino para que entiendas lo que le pasa o lo que desea.

Aprende a pedir lo que deseas, sin esconderte detrás de un falso orgullo y convence a tu pareja para que haga lo mismo.

Cuiden su tono de voz y lenguaje corporal, porque en ocasiones, es más importante cómo se dice algo, que las palabras pronunciadas.

Utiliza el sentido del humor en la comunicación con tu pareja, pero no para burlarte o reírte de ella.

Si te cuesta trabajo comunicarte verbalmente, utiliza el lenguaje corporal (besos, caricias, contacto, etc.).

En ocasiones nos enfrentamos a sentimientos o situaciones que consideramos demasiado íntimos y personales como para compartirlos. No tienes que hacerlo, a menos que esperes algo de tu pareja y ésta no te lo pueda dar si no tiene la información correcta.

Revisa la guía de comunicación, y los artículos sobre Problemas en la comunicación y Cómo mejorar nuestra comunicación.