Warning: A non-numeric value encountered in /home/hlx4vi07e37o/public_html/luislozano/wp-content/themes/Divi/functions.php on line 5806

La poesía pastoril se centra en asuntos de pastores, y estos se presentan como los personajes principales. En este tipo de poesía se percibe un deseo de evadir la realidad de la vida cotidiana. Además, hay una búsqueda de una realidad que ha sido olvidada. Se ambienta en el campo, pero este siempre adaptado a la idealizada fantasía poética

Contextualización:

Escrita cuando la sociedad progresó y trajo consigo nuevos placeres y goces. La vida campestre era considerada un ideal. Así que, se adentra al mundo de la poesía. Además, tras las guerras civiles entre republicanos y cesarianos, Octavio y Marco Antonio salieron victoriosos; reparten tierras del norte de Italia (41 a.C.) para recompensar a los soldados, y las principales víctimas fueron habitantes de ciudades norteñas. Virgilio consiguió esquivar tal desgracia, gracias a su amistad con Octavio. De estos hechos se conservan ecos en Bucólicas I.

Argumento:

Un tópico característico de la poesía virgiliana es la obra de juventud. Presente en el fuerte sentimiento de la patria y el arraigo a la tierra natal evidente en el destierro de Melibeo.

Bucólicas I es un diálogo entre Títiro, amigo de Octavio, y Melibeo, quien han sido víctima de la expropiación. El diálogo inicia con Melibeo, quien expresa su desdicha y des fortuna por haber perdido sus tierras. Por el contrario, Títiro responde con gozo y alegría por ser recibidor de un descanso placentero. Melibeo continúa sus lamentos hasta que Títiro menciona la ciudad de Roma. Melibeo se interesa por saber más. Títiro le dice que fue la libertad lo que lo motivo a viajar a Roma; e inicia un pequeño relato de la forma en la que recuperó su libertad (tras el abandono de Galatea). Posteriormente, menciona a Octavio (aunque no explícitamente, sino que lo compara con un dios) y expresa el agradecimiento y la admiración que le tiene. Melibeo se alegra por la fortuna de su amigo de haber conservado sus bienes. Y este inicia un discurso que muestra su estado de nostalgia y tristeza. Finalmente, Títiro se convalece y ofrece comida y morada a su amigo.

Personajes:

Títiro, por un lado, se nos presenta como un hombre de ocio (toca la flauta campestre), estable, y feliz. Parece ser que Virgilio se ve reflejado en el personaje de Títiro, pues ha salido librado de la expropiación. Melibeo, por otro lado, es un hombre desamparado y desdichado, nostálgico.

Pervivencia: Égloga I, Garcilaso

En La Égloga I de Garcilaso (1535) la crisis se presenta a partir de dos posturas distintas a través de un diálogo entre do pastores. Este es un elemento evidente de la presencia de Bucólicas I. Salicio, se lamenta del rechazo e indiferencia de su amada Galatea; y Nemoroso, sufre por la muerte de su amada Elisa. En este dialogo quedan plasmadas dos formas de pérdida amorosa con un fondo común: la soledad. Sin embargo, la amargura de dicha pérdida se apacigua con el canto melodioso. La primera estancia dedicada a Galatea, se inicia directamente con un reproche.

Al comparar el diálogo de Égloga I con Bucólicas I, se puede encontrar una diferencia entre el contraste de las distintas posturas de cada personaje. En el caso de Bucólicas, el contraste aparece entre un personaje desdichado, melancólico, y otro alegre y agradecido. El contraste de la Égloga I, surge entre un diálogo, ambos hombres sufriendo la pérdida de su amada, pero son dos formas distintas de pérdida. Además, ambas obras divergen en temática, (el tema dominante en la égloga de Garcilaso es el amor, en Bucólica I, las tierras), en la estructura, y la inspiración. Las divergencias son claras, sin embargo, eso no cubre la presencia de la tradición clásica en la obra de Garcilaso. Pues ambas están cargadas de alusiones a la vida del campo.

Más aún, es necesario tomar en cuenta que la presentación del mundo bucólico es importante para lograr interpretar los lamentos de los personajes. Además de aludir mucho a sus sentimientos, los pastores hacen referencia a sus posesiones. Detrás de la máscara de Salicio, Garcilaso apela a sus riquezas, a su condición de poeta y a su belleza física. Al igual que en Bucólicas I, el autor deja rastros de una auto identificación con uno de los personajes.

La relación entre Virgilio y Garcilaso no está únicamente en la relación de situaciones o escenas, sino en una esencia sentimental, en una coincidencia de almas y temperamentos humanos. Así pues, el estilo de Garcilaso, su sensualidad nostálgica y su sentimiento de la naturaleza, son muy bucólicos y muy virgilianos.