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¿Por qué la comida mexicana es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad?

¿Por qué la comida mexicana es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad?

Desde 2010, la comida mexicana es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Esto quiere decir que la Unesco, por sus siglas en inglés, se compromete a proteger y preservar las tradiciones culinarias de México para la posteridad. Este mismo título se le ha otorgado a fiestas religiosas, artes escénicas, danzas, artesanías y lenguas alrededor del mundo.

¿Cómo fue que la gastronomía de México se unió a esta lista? ¿Por qué la comida mexicana es Patrimonio de la Humanidad? Hay más de un respuesta a estas preguntas:

Por lo antiguo de sus raíces. Ingredientes como el maíz, el chile y el frijol son herencia milenaria de nuestros antepasados. Estos elementos han sobrevivido al mestizaje cultural y al paso del tiempo, lo cual los convierte en tesoros históricos, dignos de ser preservados.

Lo mismo aplica para técnicas de la cocina mexicana como el uso del comal, el metate y las ollas de barro.

Por su papel como elemento de identidad. La comida mexicana es como los mexicanos: colorida, extravagante, alegre y muy creativa. Además, los ingredientes base son originarios de esta misma tierra y forman una parte fundamental de nuestro esquema de nutrición.

Por su diversidad. Cuando hablamos de la gastronomía de México, en realidad nos referimos a un gran colectivo de tradiciones culinarias tan variadas como las cocinas poblana, yucateca, oaxaqueña, etc. Aunque los ingredientes son parecidos, el espectro de sabores y combinaciones es muy amplio y cada región tiene algo que aportar.

Por los métodos de cultivo. Sistemas como el de las milpas y las chinampas, que aún se utilizan, son formas antiguas y creativas de cultivar, exclusivas de esta tierra.

Por sus combinaciones exóticas. Solo en México utilizamos el chocolate para elaborar una salsa picosa, como ocurre con el mole. Combinaciones como esa e ingredientes poco convencionales como el huitlacoche y una gran variedad de insectos le dan el toque exótico a la comida mexicana.

Por sus bebidas. Por si fuera poco, México cuenta con un extenso catálogo de bebidas artesanales como el tepache, el pulque, el tequila, el mezcal y el pozol. Todas están elaboradas a partir de ingredientes nativos y tienen sabores únicos que no se encuentran en ningún otro lado.

Estas son solo algunas de las razones por las que la comida mexicana fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Aunque, claro, los mexicanos no necesitamos de tantas explicaciones, de todos modos siempre estamos presumiendo nuestra gastronomía.

Lorenzo Servitje, filántropo católico y fundador del grupo Bimbo

Lorenzo Servitje, filántropo católico y fundador del grupo Bimbo

Su empresa es una de lideres del mercado mundial de su sector: comercializa 10.000 productos, tiene 130.000 empleados y 170 plantas en 22 países de tres continentes.

Era 2 de diciembre de 1945. Ese día empezó a trabajar en una pequeña panificadora en la Ciudad de México, en el barrio Santa María Insurgentes, que había fundado Lorenzo Servitje, junto con su hermano Roberto y otros cuatro socios, todos familiares y amigos. Con poco más de 30 empleados, una decena de camiones y cuatro variedades de pan, este hijo de catalanes tenía la ambición de que su SuperPan se comiese en toda la capital. Se quedó corto: su empresa es hoy una de las líderes del mercado mundial de su sector. Quizá suene más por el nombre de la factoría: Bimbo. Una compañía que actualmente tiene 10.000 productos, 100 marcas, 130.000 empleados y 170 plantas en 22 países de tres continentes. Servitje fue el primer guía de esa internacionalización, el líder de Bimbo hasta 1994.

“A los 18 años me puse a trabajar porque mi padre había muerto. Empecé en una panadería del centro, donde también se vendían chocolates, y siempre soñé con crecer en este negocio”, explicó en un foro empresarial en 2013, preguntado por sus primeros pasos. Su progenitor, Juan Servitje, abrió la panadería El Molino en 1928. Lorenzo trabajó en la tienda desde los 16 y tuvo que hacerse cargo dos años después, cuando fallece su padre en 1937. Fue allí donde, en 1944, Jaime Sendra, hermano de su madre Josefina, tras escuchar a Lorenzo hablar de cómo quería expandir el negocio, le preguntó: “¿Qué te parece que pongamos una fábrica de pan de molde?”. Quizá por nostalgia, el Grupo Bimbo compró por 42 millones de pesos las 12 sucursales de El Molino en 2006. Volviendo a 1944, su suegro le vendió a plazos un terreno de 10.000 metros y allí construyeron su panificadora. La mitad del millón de pesos del capital inicial fue recaudado por los socios. El otro 50% fue un préstamo de un banco de España.

Tras fundar la fábrica, se les ocurrió la primera mejora. “Fue que en lugar de envolverlo en papel encerado se hizo en celofán, eso garantizaba que el producto llegara fresco a los hogares”. También recordó dos de los pilares del crecimiento de Bimbo. “Recuerdo que cuando creamos el panqué los números no nos salían y una opción era bajar los ingredientes, pero recibí el sabio consejo de no hacerlo y así fue. Diría que no hay que negociar tampoco con la presentación del producto y publicidad”.

Una publicidad rompedora

Bimbo, con Lorenzo a la cabeza, creció con una inteligente campaña publicitaria. Sus primeros productos fueron lanzados al mercado acompañados de una serie de historietas con las aventuras de la mascota de la compañía, el Osito Bimbo, en los principales diarios de México. También tenían un programa de radio, Revista Radiofónica Bimbo, donde versionaban canciones populares con mensajes publicitarios. En el 50, mandaron a la calle el llamado 38, un vehículo decorado con la imagen de la empresa y lleno de altavoces que promovía sus productos en pequeños pueblos. Para el 1955 ya tenía 700 trabajadores y 140 vehículos y en 1963 se reestructura por primera vez como empresa, creando una estructura corporativa.

Lorenzo, tras ser el primer gerente de la empresa, se convirtió también en primer director y presidente del grupo Bimbo hasta 1981 y después presidente del Consejo de Administración del grupo. Durante estas tres décadas, comandó el crecimiento de la empresa y la conquista del mercado internacional. Si durante los 60 y 70 se dedicó a crear y adquirir marcas como Barcel, Submarinos, Suandy, Carmel o Tortillinas y consolidó su dominio en el mercado mexicano; en los 80 sacó grupo Bimbo a la bolsa mexicana y entraron en el mercado estadounidense. A finales de esta década e inicios de los 90 el grupo abrió plantas en Guatemala, Argentina y Chile.

En 1994 dejó su puesto, que heredó tres años después uno de sus ocho hijos, Daniel Servitje Montull. Lorenzo decidió dedicarse más a cuestiones sociales, algo que le había interesado desde sus inicios. Ya muy temprano, a mediados de los 50, determinó que una parte de las ganancias de Bimbo irían a construir escuelas para infantes de bajos recursos. Fundador también de asociaciones como la Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural o el Instituto Mexicano de Estudios Políticos, en 1999 le dieron el premio Tlamatini por sus aportaciones al campo de la educación. Su labor filantrópica siempre estuvo marcada desde sus profundas creencias católicas.

Con todo, su figura tiene momentos polémicos, todos recordados en el perfil que el periodista Salvador Frausto le dedicó en su  libro ‘Los amos de México’. El primero fue cuando, para las elecciones de 2006, donó miles de dólares a la precandidatura de Alberto Cárdenas Jiménez, del partido conservador PAN. Le asustaba la posible llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador, sempiterno candidato de la izquierda a la presidencia  de México. Finalmente ganó el PAN, pero liderado por Felipe Calderón, al que Lorenzo veía demasiado liberal.

Fuertes convicciones religiosas

El otro tuvo que ver con esas fuertes convicciones religiosas y su vinculación al Opus Dei. Era 1997 y aunque hacia ya tres años que había abdicado, canceló un contrato de publicidad con el Canal 40. ¿El motivo? La emisión de un programa que recopilaba las voces de diversos exseminaristas que aseguraban que Marcial Maciel, el fundador de Los Legionarios de Cristo, había abusado de ellos durante su formación eclesiástica. El canal, que no andaba bien de dinero, acabó cerrando. Sobre su vinculación con el Opus Dei, Frausto cuenta que los servicios secretos mexicanos tenían una ficha sobre él en la que le caracterizaban como “un prominente miembro del Opus Dei, al que patrocina con fuertes sumas… Los empresarios de la democracia cristiana tienen cada día mayor número de partidarios. Difunden ampliamente la ideología Social Demócrata Cristiana”.

Su fortuna se estima en 4.200 millones de dólares, siendo uno de los 10 mexicanos más ricos. Además deja tras de sí ocho hijos, 24 nietos y 48 bisnietos. También sus cientos de miles de empleados. Una de sus máximas era que había que cuidar a la plantilla. En su última entrevista, concedida a la revista Expansión en noviembre de 2015, contaba que es “la lealtad, el amor por la camiseta”, había sido el secreto de su éxito, con “el personal es muy cercano de la empresa”, tanto que un vendedor, cuando cambiaron los uniformes, pidió que le hicieran uno. Quería ser enterrado con él. También le preguntan por su opinión sobre México. “No acaba de encontrar su camino, ése es el problema; tiene muchas cualidades, pero no encuentra su camino”, y sentencia, “los políticos… como en todas partes”.

Fuente:

El Español

URL:

https://www.elespanol.com/economia/empresas/20170204/191230886_0.html

Lorenzo Servitje | Creo en Dios, la vida y el matrimonio

Lorenzo Servitje | Creo en Dios, la vida y el matrimonio

Nieto de campesinos catalanes e hijo de inmigrantes, Lorenzo vino al mundo en la Ciudad de México en 1918. Fue cocinero antes que fraile, pues comenzó a trabajar muy pronto, a los 16 años, en la pastelería que su padre abrió en la capital mexicana.

Lorenzo Servitje murió el pasado 3 de febrero del 2017, a los 98 años, y lo hizo dejando un imperio empresarial, Bimbo, con el que dio trabajo a decenas de miles de personas en todo el mundo gracias a las 170 plantas presentes en 22 países de América, Asia y Europa.

Nieto de campesinos catalanes e hijo de un matrimonio de inmigrantes, Josefina Sendra y Juan Servitje, Lorenzo vino al mundo en la Ciudad de México en 1918.

Fue cocinero antes que fraile, pues comenzó a trabajar muy pronto, a los 16 años, en la pastelería ‘El Molino’ que su padre abrió en la capital mexicana. En 1945 se lanzó a la aventura y fundó junto a varios socios “Panificación Bimbo”, empresa dedicada a la fabricación de pan de molde.

Siete décadas después su indiscutible talento como empresario ha hecho posible que sus herederos se vayan a repartir una fortuna valorada en 4.200 millones de dólares. Hasta ahí el aspecto material.

En lo familiar dejó ocho hijos, 24 nietos y 48 bisnietos y un testamento que será recordado como el de un hombre que pasó por la vida siendo algo más que un empresario de éxito. Bajo el título de “En esto creo”, Lorenzo Servitje se despide así de la vida:

“Creo en Dios y en Jesucristo y en sus designios sobre mí y en la realidad del acontecimiento que le ha dado a mi vida sentido y trascendencia así como esperanza y felicidad.

Creo en el reconocimiento y el respeto que se deben a la eminente dignidad como persona que tienen todos los seres humanos.

Creo ser tradicional en muchos aspectos y de vanguardia en muchos otros.

Creo en la vida, el amor de los esposos y en el valor del matrimonio tanto para los hijos como para el resto de mis seres queridos y la sociedad en general, con todo lo que implica de comprensión y entrega.

Creo en el valor de los amigos y de saber que soy escuchado, que cuento con ellos y que necesito de esa amistad que hace más sólida y placentera la vida.

Creo que hay que procurar el bien de quienes trabajan con nosotros y en general con quienes convivimos: vecinos, compañeros en las organizaciones a las que pertenecemos y nuestros conciudadanos.

Creo en la economía de mercado, en la empresa que debe ser no sólo altamente productiva sino también plenamente humana y en el importante papel que tiene en la creación de riqueza, el crecimiento económico y el empleo.

Creo que debemos pugnar por nuestro desarrollo y crecimiento personal continuo con la convicción de quien no avanza retrocede.

Creo en el valor de una vida sencilla y en necesitar pocas cosas.

Creo que todos habemos de tener una tarea o misión que nos apasione y que reclame nuestra entrega por entero.

Creo en la democracia como la mejor forma de organización política de la sociedad y en la necesidad de fortalecerla.

Creo que hay que ser amable y en lo posible sonreír, tener alegría y buen humor.

Creo que no hay que perder nunca la calma ni la serenidad y que es posible en la mayoría de los casos resolver los problemas con ecuanimidad.

Creo, que en general hemos de procurar no hacer grandes disertaciones al hablar, ya que lo bueno breve es mejor.

Creo en el desarrollo del carácter y de la fuerza de voluntad, de ser puntual, de aprovechar el tiempo, del ahorro, de la cortesía, la dedicación al trabajo y adquirir otras buenas costumbres.

Creo en el valor de la cultura y en apreciar lo verdadero y lo bueno y también la belleza en todas sus manifestaciones, como la poesía, la danza y la música.

“Creo que hay que tener una actitud positiva y optimista ante la vida y saberse despedir de ella y que no debemos dar demasiada importancia a nuestros problemas y defectos”

Creo en el respeto y la admiración del universo, de la naturaleza, el sol y las estrellas, los bosques, las selvas, las playas y los mares, las montañas, las nieves, las mañanas, los atardeceres, los animales y las flores.

Creo en la necesidad de tener participación social activa y comprometida y ocuparme no sólo de mis intereses personales sino también de los asuntos públicos y de la política.

Creo en un gobierno que logre la seguridad del país, la eficacia de la justicia, el crecimiento económico y el empleo, la educación de calidad y también la erradicación de la miseria y la reducción de la pobreza y la desigualdad social.

Creo en la posibilidad de conciliar los opuestos y que en su relación el mayor y menor, el primero debe hacer sólo lo necesario y el segundo lo más posible.

Creo, finalmente, que hay que tener una actitud positiva y optimista ante la vida y saberse despedir de ella y que no debemos dar demasiada importancia a nuestros problemas y defectos”.

Un mundo sin Steve Jobs | Steve Jobs

Un mundo sin Steve Jobs | Steve Jobs

¿Qué sería del mundo sin Steve Jobs?, de verdad, ¿qué sería del mundo sin Steve Jobs? Tal vez aún no vemos la dimensión adecuada de sus aportaciones, lo cierto es que este hombre contribuyó a cambiar el mundo como lo conocemos.

 

“Sino trabajas por tus sueños, alguien más te contratará para que trabajes por los suyos”

En el principio

El 24 de febrero de 1955 nació Steve Jobs en la ciudad de San Francisco, hijo de Joanne Schieble y Abdulfattah “John” Jandali, estudiantes recién graduados de la universidad. Jobs no lleva su apellido porque al poco tiempo fue dado en adopción.

Paul y Clara Jobs, una pareja que vivía en Mountain View, en el Silicon Valley de California, se convirtieron en sus padres adoptivos. Paul era maquinista veterano de la guardia costera, Clara se desempeñaba como contadora. Fue durante estos años cuando Steve desarrolló interés por las máquinas.

Siempre rebelde y en busca de nuevos horizontes, encontró un empleo en Hewlett Packard, donde conoció a Steve Wozniak. Ingresó al Reeds College, lugar que visitó durante un semestre, pues abandonó la escuela. Pasó 18 meses en cursos de creativo.

A los 21 años se reunió con su amigo Wozniak para fundar Apple Computers en el garage de casa de Jobs. La Apple 1, lanzada en 1976 fue un éxito que generó 74 mil dólares en ganancias, tres años después, con la Apple II obtuvieron ganancias por 139 millones de dólares.  Una era había comenzado.

 

iPhone. El primer teléfono inteligente con pantalla touch, vio la luz en enero del 2007. El dispositivo fue presentado como tres en uno: era un iPod touch, un teléfono y un navegador de internet móvil. A partir de esta fecha comenzaría un reinado en el mercado de los teléfonos inteligentes.

iPad. La tableta fue lanzada en 2010, un dispositivo parecido al iPod, pero de mayor tamaño. Jobs diseñó el iPad desde los años ochenta, y lo veía como una computadora personal del tamaño de un libro. El objetivo del iPad era brindar una experiencia más íntima con el usuario.

Las aportaciones de Jobs.

Las computadoras Apple. Nacieron como la competencia natural de las PC. En un inicio, los productos Apple se caracterizaron por su bajo costo, pero sobre todo por ser muy amigables con el usuario.

Pixar. Esta empresa de animación surgió con el nombre de NeXT, Jobs compró a George Lucas una compañía de animación en 50 millones de dólares, que más tarde se convertiría en Pixar.

iPod. La música registró un gran cambio con la salida de este dispositivo para almacenar música. En 2001, se lanzó la primera generación, la música se digitalizó formalmente, se lanzó el formato iTunes y con esto lograron consolidar el negocio de descarga de canciones de manera legal.

 

Fuente:

Excelsior

URL:

http://www.dineroenimagen.com

Mito y leyenda detrás Amazon| Jeff Bezos

Mito y leyenda detrás Amazon| Jeff Bezos

Para muchos es un mito; para otros, una leyenda. Jeff Bezos quiere viajar al espacio, Jeff es el arquitecto de la nube donde la CIA guarda sus más oscuros secretos. En este adelanto editorial, José Luis de Haro nos introduce en la personalidad de este genio.

Jeff Bezos ha mirado cara a cara a la muerte. El 6 de marzo de 2003 a bordo de un Aerospatiale Gazelle y acompañado de su asistente, Elizabeth Korrell, sobrevolaba el vasto terreno al oeste de Texas. En aquella ocasión, en el aterrizaje se entrometió la rama de un cedro, que topó con una de las hélices y provocó que el helicóptero se partiera en dos. Tras caer en las aguas del río Calamity Creek, los ocupantes, ilesos, consiguieron pedir ayuda gracias a sus teléfonos móviles. “Tengo que reconocer que ningún sentimiento demasiado profundo pasó por mi cabeza en ese momento, salvo que era una de las maneras más tontas de morir”, afirmó Bezos […] posteriormente. […]

Pero ¿quién es Jeff Bezos? Es padre de familia, tiene cuatro hijos, de los cuales una niña es adoptada. Jeff es un esposo ejemplar, que ha sabido apoyar durante más de una década a su mujer, MacKenzie Bezos, una reconocida escritora en Estados Unidos, con dos novelas publicadas sin mediación de su multimillonario marido. Jeff, de hecho, es un hombre familiar, y pese a pagar una factura de 1.6 millones de dólares al año en seguridad, MacKenzie sigue llevando a los niños al colegio en su Honda escoltada por él mismo, a quien posteriormente deja en la base de operaciones de Amazon, en el corazón urbano de Seattle.

Jeff tiene en su poder la información de 200 millones de usuarios en Amazon.com, conoce cuáles son sus gustos y los míos a la hora de surcar las redes y ejercitar la tarjeta de crédito. Para Jeff, usted y yo, como clientes potenciales de su tienda, somos una prioridad absoluta. Jeff es vengativo, según algunos de sus enemigos. Jeff quiere viajar al espacio, Jeff es el arquitecto de la nube donde la CIA guarda sus más oscuros secretos, Jeff planea entregar paquetes a través de aviones no tripulados, Jeff ha creado una cultura agresiva y caníbal, Jeff es insustituible y un genio… o no.

Los que ayudaron a asentar los cimientos de Amazon consideran que el principal detonante que podría desmoronar a la minorista online es precisamente que Bezos es insustituible. […]

“Jeff ha tomado tanto control sobre todo lo que ocurre en la compañía que no está permitiendo que otras figuras dentro de Amazon puedan desarrollarse lo suficiente para poder sustituirlo el día de mañana”. Amazon es el fruto de la visión, creatividad y energía de Jeff Bezos hasta tal punto que, si […] éste desapareciera, la compañía seguiría adelante aunque “sin la creatividad y la visión de negocio que la ha caracterizado hasta ahora”, asegura un insider de la industria editorial.

Bezos tiene una manera única y peculiar de hacer las cosas. Aunque sus más leales soldados observan la forma de operar de su capitán y aprenden a marchas forzadas, de lo contrario saben que su futuro tiene los días contados.

“Amazon está tan idiosincrásicamente ligada a Bezos y su personalidad que la compañía se enfrentará a una transición dolorosa cuando llegue el momento”, afirman algunos de los que trabajaron con Jeff y MacKenzie en aquel garaje de Bellevue. Las teorías conspiratorias y las múltiples biografías que se han escrito sobre Bezos en Estados Unidos desvelan que, como ocurrió en su día con Steve Jobs, cofundador de Apple, el Consejo de Administración de Amazon también ha tratado de deshacerse de Bezos en más de una ocasión.

Cuenta la leyenda que el pulso tuvo lugar en 1999, poco después de que Jeff fuera nombrado persona del año por la revista Time. Las maneras controladoras de Bezos aterrorizaron a varios de los que se sentaban por aquel entonces en el consejo directivo de la minorista, que tacharon de “imprudente” el gasto de la compañía. Especialmente si tenemos en cuenta que, por aquel entonces, el caos reinaba en los almacenes de Amazon, que no sólo acumulaban más de 39 millones de dólares en juguetes no vendidos, sino que muchos de los empleados temporales que atendían los encargos estaban ebrios o habían consumido drogas. Si Bezos sobrevivió a esta maniobra es porque controlaba la mayor parte de las acciones de la compañía y porque finalmente los centros de distribución de Amazon se convirtieron en ejemplo indiscutible de la eficiencia.

Además de ser un hombre reservado, aunque con capacidad indiscutible de socializar en cualquier ambiente […], con una carcajada contagiosa, Jeff es celoso de todos y cada uno de los proyectos en los que Amazon trabaja. La lucha por las patentes está a la orden del día, entre ellas, destaca, la creación de un airbag que proteja un dispositivo electrónico antes de impactar contra el suelo. De hecho, incluso los propios empleados involucrados en distintos productos, como por ejemplo el Kindle, su lector electrónico cuya evolución ha culminado en tableta, no pueden hablar con otros colegas de distintos departamentos sobre los nuevos desarrollos que se llevan a cabo en el gadget por excelencia de Amazon.

Otra de las llagas dejadas por Bezos y compañía está centrada en el apartado fiscal. Durante la primera década de existencia de Amazon, ésta contaba con un valor añadido frente a las minoristas convencionales, ya que no debía cobrar impuestos sobre las ventas de sus productos a sus clientes. Al día de hoy, parece que los rifirrafes ejercidos por los grupos de presión, tanto en representación de Amazon como de sus más agresivos detractores, han conseguido que la empresa de Bezos se haya visto obligada a pasar la factura impositiva a sus usuarios en un total de diecinueve estados de los cincuenta que componen el país, aunque varios todavía están en lista de espera.

A muchos les sorprenderá saber que Bezos tiene una profunda relación con España, a través de su padre adoptivo, Miguel “Mike” Bezos. Su extrema curiosidad hizo que el fundador de Amazon se plantase un verano en Villafrechós, en Valladolid, con su familia y un grupo de escoltas para descubrir los orígenes de su apellido y degustar platos tradicionales de la tierra.

A través de las inversiones de Bezos y sus hermanos, esta organización ayuda a financiar y esponsorizar ambientes de aprendizaje rigurosos, intentando mejorar el sistema educativo, no sólo de Estados Unidos sino del resto del mundo. Para muchos, Bezos es un héroe. Para otros es un villano. Sin embargo, en esto del capitalismo moderno sólo sobrevive el más fuerte, y Jeff ha demostrado la suficiente capacidad para sortear los devenires más extremos.

Quizá el halo de misticismo, su carácter agresivo a la par que amable, lo han convertido en una figura casi mística o diabólica, según a quién se pregunte, pero no se puede negar su ingenio y su capacidad para innovar en los sistemas masivos de consumo e intentar entender a sus clientes hasta rozar la obsesión. […]

Un genio en pañales

Primero quiso ser arqueólogo[…] Más tarde astronauta, físico o ingeniero informático. A pesar del múltiple abanico de posibilidades y aspiraciones que le rondaban por la cabeza a Jeff Bezos […] siempre tuvo como referencia al vaquero que aún lleva dentro de adulto. “Creo que todavía hay algo de ello en mí”, ha afirmado el propio Bezos.

Uno de los legados que su abuelo materno, Lawrence Preston Gise, dejó en manos de su nieto cuando éste apenas levantaba un metro del suelo. Por aquel entonces, con cuatro años de edad, un chiquillo rubio con botas y sombrero de cowboy trasteaba por el inmenso rancho que los Preston poseen en Cotulla, Texas, escoltado siempre por Spike, el fiel perro de caza al que posteriormente hubo que amputarle la cola.

[…]

Jackie, en la actualidad la matriarca del clan, demostró su valentía al pasar por la vicaría cuando todavía era una adolescente. En un momento donde una muchacha de diecisiete años embarazada necesitaba de un compañero masculino para no convertirse en la comidilla del lugar, la madre de Bezos no dudó en separarse de su progenitor biológico no mucho después de aquel 12 de enero de 1964, cuando dio a luz su primer retoño, Jeffrey Preston.

Jeff, curioso por naturaleza, nunca desarrolló interés alguno por contactar con aquel hombre que se esfumó rápidamente de su vida. “La única vez que este asunto sale a la luz es cuando acudo al médico y me preguntan por mi historial — ha reconocido Bezos en múltiples entrevistas—. Simplemente, digo que desconozco esa parte de mí”. Para Jeff su verdadera figura paterna es Miguel “Mike” Bezos. El hombre que lo crió desde que cumplió cuatro años y quien le entregó su apellido, cuya pronunciación en inglés equivale a la palabra “besos”. Mike consiguió abandonar Cuba allá por 1962 cuando apenas rondaba los diecisiete años gracias a la ayuda de la afamada misión católica, conocida como Operación Pedro Pan. Orquestada por el padre Bryan O. Walsh, dicha intervención se convirtió en uno de los rescates políticos más importantes de la historia. Desde su comienzo el 26 de diciembre de 1960, hasta su fin en octubre de 1962, alrededor de 14,000 niños y niñas cubanos de entre seis y diecisiete años fueron trasladados a tierras estadounidenses.

Cuando puso pie sobre territorio norteamericano, Miguel ni siquiera sabía chapurrear inglés, pero consiguió dominar la lengua al mismo tiempo que acudía a un instituto en Delaware, y encadenaba variopintos empleos que le permitieron continuar con su educación y licenciarse en la Universidad de Alburquerque, Nuevo México. Fue en uno de los turnos de noche como oficinista en un banco local donde conoció a Jackie. Pronto surgió el amor y ambos se casaron poco después.

Fuente:

Forbes

URL:

www.forbes.com/profile/jeffbezos/