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Los 18 mejores recintos arqueológicos del mundo

Los 18 mejores recintos arqueológicos del mundo

¿Cuáles son las ruinas arqueológicas más importantes del mundo? ¿Cuales son los parques arqueológicos más bonitos? Uno de los mayores alicientes en nuestros viajes es descubrir lo que queda de las antiguas civilizaciones de nuestro planeta. Es por ello, que no dudamos en visitar los más importantes recintos arqueológicos allí donde podemos.

El final, las 18 escogidas como mejores recintos arqueológicos visitados en todo el mundo son los siguientes.

EUROPA

1. ACRÓPOLIS DE ATENAS

Poca justificación se necesita para decir que el recinto de la Acrópolis de Atenas, con el Partenón, una de los obras culminantes del helenismo clásico, el Erecteion con sus celebérrimas cariátides o los Propileos, la entrada monumental a todo el recinto, deben formar parte y de forma prominente en cualquier lista de los más grandes recintos arqueológicos de la historia. Un recinto que en cierto modo, simboliza uno de los mayores imperios que ha habido en occidente y que es la fuente de parte de nuestra cultura actual.

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2. FORO IMPERIAL ROMANO Y COLOSEO

Otro de los recintos arqueológicos que nadie pondrá en duda. Roma es el otro pilar de la cultura occidental, y particularmente, de la latina. Desde el foro romano se desplegó uno de los mayores imperios que nunca ha habido en la tierra. En el foro encontramos edificios tan notables como los Templos de Vespasiano y Tito o la Curia Hostilia, sede del Senado Romano. Pero también monumentos emblemáticos tan importantes como los Arcos de Tito o de Septimio Severo. Junto al Foro, el Anfiteatro de Flavio, más conocido como Coloseo, el más grande que nunca se construyó, es una de las obras arquitectónicas más extraordinarias construidas jamás, y ha sido la fuente de inspiración de la mayoría de estadios deportivos del siglo XX.

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3. POMPEYA

De los muchos recintos arqueológicos que el Imperio Romano nos ha legado, probablemente sean las ruinas de la ciudad de Pompeya, que quedó sepultada por toneladas y toneladas de ceniza, tras la erupción del volcán Vesubio, las que más hayan hecho para hacernos entender cómo era la vida en una población del Imperio.

Todo lo que se puede leer antes de visitar el complejo arqueológico se queda en nada al poder pisarlo y explorarlo.

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AMÉRICA

4. TIKAL

Una de las más grandes ciudades maya que hubo durante el período clásico. Fue uno de los focos más importantes de la cultura maya que era formada por un sinfín de ciudades-estado, relacionados entre sí, y a menudo sometidos a vasallaje. El enclave, en medio de la selva del Petén, hace que su visita sea una de las más misteriosas y salvajes que se pueden realizar entre los más grandes recintos arqueológicos del mundo.

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5. TEOTIHUACAN

Muy cerca de la ciudad de México DF (a unos 45 kilómetros), encontramos la antigua capital de los teotihuacanos. Se trataba de una ciudad-estado, como muchas de las que en aquel tiempo había en Mesoamérica.

Probablemente los asentamientos comenzaron en el siglo I dC, pero fue hacia los siglos III y IV cuando la ciudad se convirtió en un auténtico imperio. Se calcula que en ese tiempo debían vivir en Teotihuacan entre 150 y 200 mil personas, lo que da constancia de la importancia de la ciudad. El declive de Teotihuacan sucedió a partir del siglo VII, pero como ocurre con la Historia de los Mayas, su causa no ha sido nunca descifrada con exactitud.

La Calzada de los Muertos, las impresionantes Pirámides del Sol (de 63 metros de altura y 225 de lado) y de la Luna o el Palacio de Quetzalpapálotl son algunos de los más grandes descubrimientos de la Historia de la Arqueología.

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ASIA

6. ANGKOR

Para nosotros, Angkor supone no sólo el más extraordinario recinto arqueológico que nunca hayamos visitado, si no también, la visita más extraordinaria, en todos los sentidos, que nunca hemos podido realizar y probablemente que nunca realizaremos. Angkor fue la capital del Imperio Khmer desde su fundación a principios del siglo IX hasta su abandono, hacia el siglo XV, cuando la ciudad cae en manos del pueblo Thai y la ciudad pasa a depender de Ayutthaya. Son necesarios un mínimo de dos días para ver el más extenso de los recintos arqueológicos que hemos conocido nunca, que tiene una cantidad de templos y una extensión, realmente descomunal. Los templos de Angkor Wat o de Bayon son difíciles de olvidar.

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7. KHAJURAHO

Probablemente haya en la India algunos recintos arqueológicos aún más extraordinarios que los templos de Khajuraho, pero sin duda, a estos les tenemos un aprecio especial dado que los incluimos en nuestro viaje a la India, aunque esto suponía alejarnos de la ruta inicialmente diseñada. Khajuraho fue la capital de la dinastía Chandella durante los siglos X a XII. Fueron los Chandellas quienes mandaron construir esta extraordinaria serie de hasta 80 templos, de los cuales han quedado en pie, 22. Se trata de una colección de templos hinduistas que son conocidos, sobre todo, por las extraordinarias esculturas de danzantes contorsionadas y de cortesanas en posturas inverosímiles, que suponen el mayor catálogo del kamasutra jamás edificado.

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8. BOROBUDUR

A menos de una hora de Yogyakarta, en la isla indonesia de Java, encontramos una de las más grandes estupas budistas del mundo. Fueron los soberanos de la dinastía Sailendra los que decidieron la construcción de este enorme recinto.

El monumento consta de seis plataformas cuadradas, que se van superponiendo una encima de la otra, hasta que en la plataforma superior nos encontramos con tres plataformas circulares que es un auténtico mar de pequeñas sstupas campaniformes de piedra, donde en su interior, se encuentra la imagen de Buda.

No sólo impresiona el efecto general de la estupa, en medio de la selva. Los 2.770 bajorrelieves que decoran cada una de las plataformas, suponen uno de los más extraordinarios programas iconográficos del budismo en un recorrido que, de forma continua, supera los 3000 metros de longitud. Los paneles, explican la historia de Sudhana y Manohara.

 

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9. PETRA

Sin duda, el parque arqueológico de Petra, la ciudad de los nabateos es uno de los top ten de la arqueología mundial, después de que el suizo Johann Ludwig Burckhardt descubriera la ciudad para la sociedad occidental. Pocas emociones pueden igualarse a la que sientes después de caminar durante casi un kilómetro por el desfiladero del sij y te encuentras cara a cara con el precioso Tesoro de Petra, una de las obras más famosas de la arqueología y que todo viajero tiene en su imaginario mitológico.

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10. CIUDAD DE PALMIRA

Situada en medio del desierto sirio, la antigua Ciudad de Palmira fue la capital del Imperio de Palmira, un imperio que no duró muchos años y que tuvo en la mítica Reina Zenobia como soberana más importante. Palmira, que había conseguido la independencia del Imperio Romano en el año 266 por orden de la Reina Zenobia, mantuvo ese estatus hasta que seis años más tarde, en 272, la reina fue tomada como rehén por el emperador romano Aureliano, llevada a Roma y encadenada a un carro con cadenas de oro, que fue paseado durante la marcha triunfal del emperador. Palmira fue arrasada finalmente el 273, y pese a que fue parcialmente reconstruida, nunca tuvo la importancia de los tiempos de Zenobia.

Palmira y la reina Zenobia representan uno de los casos más importantes de resistencia de los más débiles frente a los más poderosos. Una suerte de David y Goliat, que a lo largo de la Historia se ha repetido en contadas ocasiones. El Reino de Palmira pasó a formar parte de la Historia, pero también de la leyenda.

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11. ATUTTHAYA

La antigua capital del Reino de Siam es uno de los parques arqueológicos de más fácil de acceso desde la actual capital de Tailandia, Bangkok. Fue fundada en 1350 y fue la capital del reino hasta que los birmanos la destruyeron a mediados del siglo XVIII.

Un parque precioso, lleno de estupas budistas, de fácil y agradable recorrido, descubriendo templos como el Wat Phra Si Sanphet, el Wat Phra Meru, el Wat Phra Chao, el Wat Phanan Choeng o el Wat Rachaburana.

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12. SUKHOTAI

Nuestro preferido de los Parques Arqueológicos de Tailandia y del que disfrutamos enormemente gracias a unas bicicletas alquiladas, en uno de los más memorables días que hemos vivido en nuestros viajes. El reinado de Sukhotai fue uno de los más importantes en la zona de la actual Tailandia y tenía su capital en este enclave que se encuentra unos 400 kilómetros al norte de Bangkok. Hacia 1438 fue absorbido por el Reino de Atutthaya.

Disfrutar del Parque Arqueológico, paseando en bicicleta entre estanques y venerables ruinas budistas es de lo mejor que se puede hacer en Tailandia. Budas de pie, Budas sentados, Budas tumbados, templos aquí, estupas allí. Nadie que vaya a Tailandia se debería perder este recinto.

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13. EJÉRCITO DE TERRACOTA DE XIAN

El ejército de más de 8500 guerreros de terracota con los que el primer emperador de China, Qin Shi Huang se hizo enterrar, cerca de la ciudad actual de Xian es, probablemente, uno de las dos grandes hallazgos arqueológicos del siglo XX (el otro sería el descubrimiento de la tumba de Tutankamón).

El mausoleo del primer emperador Qin, impresiona por la gran cantidad de figuras de tamaño natural, que una al lado del otro, todas diferentes, y dispuestas en formación de batalla, acompañaron al emperador que unificó China en su último viaje. El ejército está dispuesto en tres hangares diferentes, el más grande de los cuales contiene 7500 figuras. Un segunda foso contiene únicamente 69 figuras, que se supone que eran de generales. El tercer foso contiene unos 1000 guerreros.

14. GRAN MURALLA CHINA

Es, sin lugar a dudas, una de las más grandes obras de arquitectura civil de la historia de la Humanidad. En realidad, lo que conocemos como muralla china, no es una sola, si no que son un conjunto de fortificaciones que las diversas dinastías chinas edificaron para defenderse de los ataques de sus vecinos del norte, los mongoles y los manchúes.

Se sabe, que hoy en día sólo se conservan un 30% de las murallas originales, que fueron construidas a partir del siglo V aC, es decir, mucho antes de que el emperador Qin Shi Huang uniera todos los territorios chinos en un solo imperio (el 210 aC). Posteriormente, tanto los diversos emperadores Qin, como los Han y los Ming (sus tumbas se pueden visitar en el mismo recorrido) siguieron ampliando las murallas y construyendo nuevos sectores.

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15. CUEVAS YUNGANG EN DATONG

El tercer recinto arqueológico chino hace referencia al conjunto de grutas budistas que se encuentran cerca de la ciudad de Datong, a unas cinco horas de coche de la capital Beijing. Fue la dinastía Wei del Norte, la misma que construyó un recinto similar en Luoyang  la que se encargó de edificar tan magna obra, entre el 460 y el 494.

En las grutas encontramos miles de figuras de Buda. Las más pequeñas, de pocos centímetros de altura y las más grandes, de hasta 16.8 metros de altura. Las estatuas están esculpidas directamente en la piedra de la gruta, y muchas de ellas conservan todavía la policromía original, que hacen de las Grutas de Yungang, uno de los espectáculos más extraordinarios que hemos visto nunca.

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16. PERSÉPOLIS

Fue la capital de Persia en tiempos del Imperio Aqueménida y es uno de los Recintos Arqueológicos más extraordinarios de Oriente Medio y de hecho, del mundo entero. Se encuentra a una hora de camino de Shiraz, en medio de una zona árida y de escasa pluviosidad, que hace aún más difícil de entender el porqué de esta situación.

Dario I fue quien fundó la ciudad y los primeros palacios, pero las obras continuaron con los siguientes soberanos. Más allá de las salas hipóstilas, lo que más impresiona a Persépolis son los bajorrelieves que decoran la terraza donde se ubica la Apadana. La decoración representa con todo tipo de detalle, las naciones sometidas al Imperio Aqueménida, mostrando su respeto a los soberanos persas. Medos, bactrianos, armenios o babilonios desfilan en procesión en uno de los más grandes programas decorativos de la historia del arte.

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ÁFRICA

17. TEMPLOS DE LUXOR Y KARNAK

Más allá de las famosas pirámides de la explanada de Giza, los templos de Luxor y Karnak, juntamente con los de Abu Simbel.

Los templos de Luxor y Karnak se encontraban en la antigua Tebas, la capital del Imperio Medio y el Imperio Nuevo de Egipto. Los templos se encuentran en la ribera oriental del río, la que era la ciudad de los vivos. En cambio, las necrópolis de Tebas, se encontraba en la ribera occidental, la ciudad de los muertos. Allí se encuentran los igualmente excepcionales Valles del los Reyes y de las Reinas. El templo de Karnak estaba dedicado al dios Amón. La avenida de las Esfinges, sus pilotes, sus lagos sagrados, la increíble sala hipóstila (uno de los recintos más memorables de la historia de la arquitectura) o sus obeliscos no dejan indiferentes.

Muy cerca, y separado el uno del otro por la avenida de las esfinges, encontramos el templo de Karnak, que se construyó durante el Imperio Nuevo, en tiempos de Amenhotep III y Ramses II, aunque otros faraones colaboraron en la construcción. Las dos grandes estatuas de Ramses II en frente de una de las pilonas del Templo de Luxor es también uno de los grandes momentos del viaje a Egipto.

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18. ABU SIMBEL

Ya en el sur de Egipto, cerca de Sudán, en la ribera occidental del lago Nasser, encontramos el extraordinario Templo de Abu Simbel.

El templo fue excavado en la misma roca en el siglo XIII aC, en tiempos de Ramses II, el más grande de los faraones del antiguo Egipto, que reinó durante 66 años y que fue el presunto ganador (hecho que nunca ha quedado demostrado) de la batalla de Qadesh, entre los egipcios y los hititas.

Parece ser que habría sido Jean Louis Burckhardt, quien en 1813, habría redescubierto los templos, después de que el desierto se los hubiera tragado. El explorador suizo habría sido también quien habría dado a conocer a los occidentales, la nabatea ciudad de Petra, un año antes, en 1812.

Antes de la construcción de la presa de Asuán o Lago Nasser, que anegó buena parte del territorio nubio, incluidos varios templos del antiguo egipcio, los templos de Abu Simbel fueron desmontados por un equipo de arqueólogos e ingenieros que los trasladaron a unos trescientos metros de distancia del emplazamiento original, en una de las más grandes operaciones de salvación de patrimonio que jamás se hayan hecho.

En Abu Simbel encontramos dos templos: el Gran Templo de Ramses II, el más impresionante, y el Templo Menor, dedicado a su esposa Nefertari.

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La arqueología mexicana, una historia de siglos

La arqueología mexicana, una historia de siglos

La historia de la arqueología en México se remonta al siglo XVI cuando a su llegada a Mesoamérica, los españoles y europeos quedaron impresionados con el mundo tan diferente al suyo que encontraron y tuvieron el interés por conocerlo y documentarlo:

“Estaban los cronistas militares y civiles, así como los frailes, quienes proporcionaron una rica información sin la cual, quizás, no se podría entender muchos de los aspectos del pasado. La riqueza de los códices prehispánicos, relatos coloniales, lienzos y mapas, es información que les permitió conocerlo y empezar a investigarlo”.

Así lo relató el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al participar en el curso superior “La visión antropológica e histórica de México. Homenaje a Rodolfo Stavenhagen”, organizado por la Academia Mexicana de Ciencias Antropológicas (AMCA), en honor al sociólogo fallecido el 5 de noviembre pasado.

Autor entre otros libros de Breve historia de la arqueología en México (SRE, 1992); “Historia de la Arqueología en México II. La arqueología y la Ilustración (1750-1810)”, publicado en 2002 en la revista Arqueología Mexicana; y Arqueología del México Antiguo (Jaca Boks-INAH, 2010), hizo el recuento de esa disciplina que ha sido su profesión desde hace décadas. Se recordará que entre sus proyectos más destacados está el de las excavaciones en el Templo Mayor en el corazón de la Ciudad de México, de las cuales fue responsable, entre 1978 y 1982, además de haber investigado en la Zona Arqueológica de Teotihuacán.

En su recuento, el académico señaló que fue en los siglos XVII y XVIII cuando ya propiamente, la arqueología comenzó a encontrar vestigios de lo que se había documentado. Destacó que al rey Carlos III de Borbón le interesó esta disciplina, e incluso siendo rey de Nápoles y Sicilia, ordenó las excavaciones de las ciudades de Pompeya y Herculano.

Luego, al asumir el trono español, dio indicaciones para investigar el pasado y los vestigios históricos de las colonias españolas. Así, el militar y naturalista Antonio de Ulloa, creó el Real Gabinete de Historia Natural, para agrupar antigüedades, fósiles minerales, animales y monumentos arqueológicos.

Señaló como un momento especial el año de 1700 cuando se dio a conocer el hallazgo de las ruinas de El Tajín y los trabajos realizados por José Antonio Alzate en Xochicalco, titulados Descripción de las antigüedades de Xochicalco.

Otro acontecimiento, sin duda relevante, fue el descubrimiento de la impresionante escultura de la diosa Coatlicue, que anteriormente –precisó– fue llamada Teayoamiqui. Éste se realizó el 13 de agosto de 1790, en las excavaciones de la Plaza Mayor de la Ciudad de México, ordenadas por el virrey Juan Vicente Güemes Pacheco y de Padilla, segundo conde Revillagigedo.

El mismo año, pero el 17 de diciembre, se encontró la Piedra del Sol y posteriormente la Piedra de Tizoc. Hay que mencionar que en el lujoso y bellamente ilustrado volumen Escultura monumental mexica, que Matos publicó con su colega Leonardo López Lujan, da cuenta detalladamente del momento del hallazgo de las piedras mencionadas, con documentos históricos y crónicas, así como de su descripción y se acompaña de fotografías.

Matos refirió también la arqueología del siglo XX en la cual tuvo relevante papel Leopoldo Batres, “un capitán lancero del ejército de Benito Juárez dedicado a la arqueología”. Trabajó en varios lugares, pero Teotihuacán es uno de los más emblemáticos, pues reconstruyó (para bien o para mal, según la perspectiva histórica, académica, conservacionista o el fin con que se mire ahora en el siglo XXI) la Pirámide del Sol.

El arqueólogo señaló que hizó además uno de los primeros museos de sitio:

“A él se le debe la instauración de la inspección de monumentos, con lo que se busca vigilar todo lo relativo a excavaciones arqueológicas, a la protección de monumentos, entre otras tareas.”

Más tarde vendría la creación de la Escuela Internacional de Arqueología Etnología Americana a la cual se incorporaron además de la arqueología, disciplinas lingüísticas y etnografía, entre otras, y egresaron personajes como Manuel Gamio y Franz Boas.

Recordó también que en 1825 en el primer gobierno independiente, por decreto presidencial de Guadalupe Victoria, se creó en la calle de Moneda en el Centro Histórico el Museo Nacional, antecedente del Museo Nacional de Antropología construido por Pedro Ramírez Vázquez en 1964 en el Bosque de Chapultepec, el cual fue declarado monumento nacional y sigue considerándose un hito en la historia de los museos hasta la actualidad.

Cuando apareció Arqueología el México antiguo, López Lujan destacó que se trata de una “obra erudita… digna sucesora de la Historia de la arqueología en México”, de Ignacio Bernal, publicada en 1979.